EDUARDO BARRACHINA JUAN - LIBROS DE HISTORIA - Libros Eduardo Barrachina Juan

Eduardo Barrachina Juan
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EDUARDO BARRACHINA JUAN - LIBROS DE HISTORIA

Libros
RECAREDO (2023) (214 páginas)
  Autor: Eduardo Barrachina Juan


El estudio del reinado visigodo en España, aun cuando se trate de una limitada parte del mismo, exige contar con las mejores fuentes históricas documentales. Ello es así, por cuanto si el objeto de estudio es un hecho, un acontecimiento o un personaje de hace mil quinientos años, no siempre su obra se encuentra bien reflejada en investigaciones de otros historiadores. El paso del tiempo puede producir el efecto de enmascarar la realidad histórica, o bien confundirla con la valoración subjetiva de un historiador.
 Este análisis solamente versará sobre la extraordinaria vida y obra del rey Recaredo, de la que sólo se expondrá un breve resumen. Para ello, como han hecho la mayoría de los historiadores, no queda más remedio que acudir a la Crónica de Juan de Bíclaro, Bíclaro o el Biclarense (540-621) que fue testigo directo de aquel período de nuestra Historia, siempre tan complejo y turbulento. Asimismo, se debe contar con La Historia de los Francos, de Gregorio de Tours (538-594) que también fue un testigo directo en la mayoría de los acontecimientos que sucedieron en aquel tiempo. Y, por último, también se debe tener en cuenta la Historia de España, obra de san Isidoro (560-636), obispo de Sevilla, quien, en su función de historiador, aportó los fundamentos necesarios para el pleno conocimiento de aquel período de Historia




La batalla del lago Ilmen (1994) Editorial:PPU
Autor: Eduardo Barrachina Juan

El 10 de enero de 1942, la Compañía de Esquiadores de la División Azul al mando del capitán José Manuel Ordás Rodríguez, partiendo de la localidad de Spasspiskopez, cruza el lago para socorrer a la guarnición alemana de Vsvad en la desembocadura del río Lovat, el día 21 de enero, en la batalla conocida como «Acción del Lago Ilmen».

  ...Si en la orilla la temperatura había descendido a 40 grados, en el interior del lago se midieron con un termómetro finlandés 53 grados bajo cero. A esa temperatura se funde la grasa de los cerrojos de los fusiles y no se pueden utilizar. El agua se hace en el acto un bloque de hielo y para beber hay que calentarla previamente. El pan debe serrarse o cortarse con un hacha. La mayor parte de la comida se congela también con la gran dificultad de poder aprovecharla, pues encender fuego es extremadamente peligroso, ya que puede delatar la posición de las fuerzas españolas al enemigo. Y lo peor de todo, no se puede dormir. Dormir significa la muerte por congelación, incluso tumbarse un rato en un trineo puede suponer la pérdida de los pies o las piernas por congelación.....



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